Quizás ahora soy un chofer pero siempre debo ser un ministro.


Muchos choferes rechazan viajes por varios razones. Normalmente la gente sabe que fueron rechazados y me preguntan porque. Una noche estaba manejando en West Valley City y me llamaron para buscar un hombre en unos departamentos. Fue difícil encontrar el departamento y casi me fui pero sentí que debía esperar hasta encontrar al hombre.De repente el abrió la puerta de atrás de mi auto y me asuste. No tenía un buen aroma. Pienso que era olor a comida cubriendo el olor a cigarrillos. Tenía muchos tatuajes y algunos piercings pero era muy amable.


Hablamos de manera amistosa mientras yo manejaba. Èl era un hombre muy agradable pero yo sentía que había algo pesado que estaba dominando su mente y corazón. De repente Él me dijo: “Necesito consejo. Hay algunas decisiones que necesito tomar y sentí que debería preguntarle a usted.”
Nose cómo serán ustedes pero si yo tuviera que hacer una lista de 25 personas con quién debo ir para recibir un buen consejo, un chofer no se encontraría en esa lista. Yo le pedí que me hiciera su pregunta y le dije que le daría la mejor respuesta posible. El espíritu comenzó a decirme que debía estar listo porque esto era muy importante.
Èl me dijo que estaba trabajando con parejas ayudándolos a sobrellevar los desafíos del mundo de hoy incluyendo el COVID y la economía. Dijo que notó que muchas familias tenían todo lo que necesitaban pero por alguna razón no tenían éxito.
Mencionó que sentía un vacío en su propia vida y pensaba que si algún día podría descubrir porque razón era, que lo ayudaría. Èl me pregunto cuales eran mis pensamientos sobre esto.


Yo le dije que en mi mente, la razón por la que muchas parejas luchan o fracasan es la misma razón por la que él sentía ese vacío, que el problema es la falta del espíritu de Dios en sus vidas y en sus parejas y que era casi imposible hacerlo bien si no somos compañeros de Dios en nuestras vidas y en nuestras relaciones con nuestros cónyuges.
Yo le dije que mi opinión es que si tuviera el espíritu de Dios consigo, tendría el poder para transformar su vida y podría dar el tipo de consejo que realmente ayudaría a la gente. Con el espíritu de Dios (el espíritu Santo), podemos tener acceso a su sabiduría. Hubo silencio en el auto. Èl me dijo que nunca había creído en Dios y que consideraba asistir a la iglesia una perdida de tiempo.


Yo le expliqué a él que Dios es nuestro Padre y que nos ama, que por medios de la oración Dios puede bendecirnos y que nos puede guiar por medio de su espíritu, que Jesucristo sufrió por nuestros pecados, por nuestros dolores y angustias para que nosotros no tengamos que hacer esto solos. Yo le dije que esta relación podría ayudarle a ser mejor en su trabajo y que por medio de Cristo podemos ser perdonados de nuestros pecados y limpiarnos para que podamos caminar con Dios. Èl no contestó mientras pensaba en lo que yo había dicho. Entonces él me pregunto si Dios todavía lo amaría después de todo lo que él había hecho. Yo le aseguré que Dios lo amaba y que le daría una bienvenida con los brazos abiertos en su Reino. Le hablé de cómo Dios es inclusivo y que ama a cada una de las personas y de que tiene un plan para que sus hijos puedan regresar a casa y de que cada uno tendría la oportunidad.


Hablamos de Jesucristo y entonces yo le dije que Jesucristo vino a las Américas porque había un redil y un pastor y que aquí en Las Américas dijo que también había otras ovejas que no eran de esa tierra o la tierra de Jerusalén o las tierras de los alrededores, tal como se describe en 3 Nefi 16. Yo le dije que Dios no era un Dios provincial, o un Dios de los judíos, o un Dios de los cristianos sino que era el Dios de cada persona que había vivido ….. incluyendo a él.


Yo le pregunte porque empezó el viaje buscando mi consejo. Èl me dijo que era la cosa más rara pero sintió la impresión fuerte que yo tendría las respuestas. Yo le dije que las respuestas que le di vinieron del espíritu de Dios y que el espíritu estaba con nosotros en el auto. Yo le pregunté como se sentía en ese momento y él contestó que sentía ánimo y paz a la vez. Yo le dije que este era el espíritu confirmando la veracidad de lo que yo le había dicho y él contestó que nunca había sentido algo así en su vida. Yo le dije que ese sentimiento venía de Dios específicamente para ayudarlo a saber que su Padre lo amaba y que las cosas de las que estuvimos hablando eran verdaderas. Èl me dijo “tienes razón! Son verdaderas!”
Cuando llegamos a su casa, noté que a la vuelta había una capilla de la iglesia. Yo le dije que ese es el lugar donde podría encontrar sus respuestas.


Él me dijo que tenía algunos vecinos que asistían a esa capilla. Yo le pregunté qué tipo de gente era y me dijo que se veían felices y que eran los mejores vecinos. Le dije que debería hablar con esos vecinos y preguntarles si podría asistir a la capilla con ellos y mencionarles nuestra conversación y de que él quería aprender sobre el bautismo para limpiarse y poder tener el espíritu Santo siempre con él.


Él me preguntó que quería decir “ser limpio”.Yo le dije que por medio del bautismo y el arrepentimiento él podía ser limpio de todos los pecados que había cometido por medio de Jesucristo.
Èl dijo: “necesito esto!!” Yo le dije que el espíritu de Dios podría caminar con él y llenar ese vacío que sentía y que el espíritu le ayudaría asistir mejor a las familias con las que trabajaba.


Èl se comprometió a orar, hablar con sus vecinos y asistir a la capilla el domingo para hablar con los misioneros en cuanto al bautismo. Cuando llegamos a ese punto habíamos estado sentados en el auto 10 minutos sin movernos. Èl me dijo “yo sé que tienes que salir, pero este sentimiento es tan dulce que quiero quedarme toda la noche“. Me dijo que yo había contestado todas sus preguntas aún las que no había hecho. Hablamos por algunos minutos más y entonces salió de mi auto. Yo creo que si fue a la iglesia y algún misionero tuvo un domingo fantástico!


Yo no tengo duda de que la razón por la cual un par de choferes rechazaron el viaje fue porque Dios quería que El espíritu le testificará de estas cosas.

Published by Driveronthewall

Behold, I am a disciple of Jesus Christ, the Son of God. I have been called of him to declare his word among his people, that they might have everlasting life.

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