Contesta tu teléfono cuando llama el Obispo

Me parece loco como a veces soy guiado a ciertas direcciones para ponerme en contacto con personas específicas. Yo llego a lugares donde normalmente no iría si no fuera guiado ahí. Son circunstancias que no puedo controlar y tengo que dominar mis pensamientos y deseos personales para escuchar al espíritu.

Esto me pasó un día, yo recogí alguien desde el centro y fuimos hasta 33 Sur y 12 Oeste donde lo dejé. Quería volver directo al centro porque es el lugar donde se consigue más dinero, más gente y más propina. Cuando dejé esa persona comencé a dirigirme hacia el Norte y recibí una llamada para ir al extremo Sur Oeste de la ciudad de Herriman.

Este era una viaje de media hora! Iba a rechazarlo porque sería una pérdida del 100% del dinero. En ese momento tuve un fuerte impresión de tomar el viaje, di la vuelta y me fui.

Llegué después de lo que me pareció una eternidad viajando y vi parado en la oscuridad a un hombre y su novia de más o menos 20 años. Ambos estaban fumando cigarrillos pero sentí que había algo más. Cuando estacioné, él abrió la puerta, la puso dentro del auto y la besó.

Inmediatamente yo sentí que ese beso no era un beso de amor, sino de un tipo celoso que estaba “marcando su territorio”. Yo la salude e hice algunas de mis ‘bromas de papá’ para romper el hielo. En ese momento tuve la impresión de que esa mujer se estaba sintiendo “atrapada” por su novio. Podía ver una visión abriéndose ante mi de ella sintiéndose infeliz, abusada y preocupada. Me imaginaba a toda su familia y amigos sintiendo lo mismo.

Le pregunté por su novio y por cuánto tiempo habían estado juntos. Ella dijo que 16 meses entre idas y vueltas. Entonces le dije que no era asunto mío pero que me parecía a mí que no se llevaban bien. Ella dijo que eso decían sus amigas y su familia y yo le dije que tenía que escucharlos porque ellos la amaban y se preocupaban por su bienestar.

Después de decir eso yo recibí un susurro del espíritu de que ella era miembro de la iglesia y que debía preguntarle eso. No parecía muy probable ya que estaba fumando cuando llegué y habían estado conviviendo. Ella me aseguró que no era miembro de la iglesia. Ella me preguntó por qué le había hecho esa pregunta y yo le respondí que yo sentía que era miembro y que la Iglesia cree mucho en la familia y es muy importante para nosotros. Yo le dije que cuando uno entra en una unión debe hacerlo con alguien que le ame y le demuestre respeto.

Yo le pregunté si él la respetaba y amaba o si la trataba como si fuera una posesión. Ella me dijo que su familia y todos sus amigos en el trabajo le decían que la trataba como si fuera una posesión y que ella estaba comenzando a ver eso también. Yo le dije como me sentí cuando la puso en el auto y la besó. Ella estaba de acuerdo en que no fue muy cómodo pero que era parte de la forma en que la controlaba.

Ella me dijo que él era muy controlador y que si la veía hablando con alguien se enojaba y se ponía violento.

Yo le dije que tenía la impresión de que él le había sido infiel y le pregunté cuando había sido la última vez que él había salido con otra mujer. Ella dijo que lo había hecho dos veces y que la última vez había sido hace cuatro meses y que esa era la razón por la que ya no estaban viviendo como pareja aunque todavía seguían juntos como novios.

Yo le dije que su familia y amigos tenían razón y le pregunté como se sentía su padre en cuanto al tipo. Ella dijo que se sentía muy triste por la situación. Yo le dije que ese era un buen padre pero había otro padre que también estaba muy triste concerniente a la situación y que era su Padre Celestial. Le dije que Él estaba triste por el pecado pero también se sentía triste al verla atormentada y abusada.

Ella me dijo que había estado sintiendo que debería dejar esa relación pero que había una consideración financiera de $400 que se interponía en su camino para terminar la relación en buenos términos. Yo le dije que saliera sin el dinero y que se alejara y buscara protección y ayuda financiera de su familia y amigos. Le pregunté si ella tenía un lugar seguro donde estar para alejarse.

Tuve un pensamiento en ese momento de que un obispo podría ayudar mucho y todavía sentía la impresión del espíritu de que ella era miembro de la iglesia por eso le pregunté de nuevo si era miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y ella dijo que no.

Compartí mi testimonio de Nuestro Padre Celestial y de cuánto nos ama y de cuánto ella le ama a él aunque ahora no pueda recordar eso. Yo le dije que su Padre Celestial había mandado a su hijo Jesucristo a expiar sus dolores, angustias, miedos, enfermedades, tribulaciones y pecados para que ella no tenga que pasar por esas cosas sola. Yo le dije que por medio de la Expiación ella podría vencer la trampa en la que sentía atrapada, que Cristo la daría fuerza a su alma y podría perdonarla de sus pecados. Ella podría ser limpia sin mancha delante de Dios. Ella se emocionó y me dijo que le encantaría eso.

Le dije que eso era lo que su Padre Celestial quería para su hija que amaba tanto. Ella estaba emocionada y el espíritu se sentía poderoso. Se podía ver que el poder del espíritu había acompañando el testimonio que compartí de Cristo y que la había fortalecido y tocado. Yo le pregunté que sentía en ese momento. Ella me dijo que sentía felicidad y esperanza y que era más o menos como si las nubes se estuvieran disipando para mostrarle el camino a seguir por primera vez. Ella dijo que no volvería a él y que tomaría mi consejo y el de su familia.

Estuvimos llegando a su casa y el espíritu estaba ardiendo. Yo saqué de mi bolso un libro de mormón y le pregunté si ella había visto ese libro. Me dijo que sí. Yo le testifiqué de la veracidad del libro, le testifiqué de que habla del amor de Dios por nosotros y el sacrificio de su Hijo por cada uno de nosotros. Yo le dije que el libro era gran parte de cómo Dios iba a reunir sus hijos y que ella era uno de ellos. Yo le pregunté de nuevo si estaba sintiendo el mismo espíritu y ella dijo que si. Yo le dije que este sentimiento quiere decir que Dios había mandado su espíritu para estar con nosotros en el auto y que él estaba testificando de que lo que estaba diciendo era verdad.

Ella dijo que sabía que era verdad.

Ella dijo “yo sabía que era verdad desde antes” y dijo que se había bautizado hace tres años en la iglesia mormona. Yo sonreí y dije que el espíritu me había estado gritando eso por 30 minutos mientras manejaba el auto. Ella dijo qué tenía vergüenza de los pecados que había cometido y que se había apartado de la iglesia pero que volver a concentrarse de nuevo en el Salvador durante el viaje le había mostrado el camino correcto a seguir.

Yo le pregunté quien era su obispo y me dijo que no sabía. Fuimos al localizador de centros de reuniones en Internet y pusimos su dirección para ver el nombre y el número de teléfono de su obispo. Cuando se mostró el número ella dijo que había estado recibiendo llamadas de él que habían salido en su identificador de llamadas. Dijo que Él la había llamado muchas veces y no había contestado porque no sabía quién era.

Yo le conté la historia de cómo llegué ahí y de que al principio había pensado en rechazar el viaje pero que el espíritu me había mandado a conducir para ella. Ella dijo que el espíritu no se detuvo ahí y que cada cosa que yo había dicho fue acertada y que estaba asombrada ya que no tenía ni idea como posiblemente yo podría haber sabido esas cosas. Ella dijo “Ahora se que Dios se lo dijo”. Yo le dije que también me pidió compartir mi testimonio con ella para que supiera que él la amaba y quería ayudarle y que le había mandado a su obispo a ponerse en contacto con ella y que me había mandando a mí a ayudarla a ver su mano para que pueda ser rescatada temporal y espiritualmente.

Ella tomó su teléfono y llamo a su obispo en ese momento e hizo arreglos para reunirse con él. Después salió del auto y se fue con una sonrisa en su cara y una luz en sus ojos.

Published by Driveronthewall

Behold, I am a disciple of Jesus Christ, the Son of God. I have been called of him to declare his word among his people, that they might have everlasting life.

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