El libro de Mormón es lo que necesitas cuando tienes las rodillas débiles

Un día estaba trabajando en Provo cuando recibí una llamada para ir al hospital y recoger a un hombre de la clínica al lado. Cuando lo vi, estaba usando muletas y una rodillera. Claramente se había sometido a una cirugía en el ligamento cruzado anterior.

Supe de inmediato por medio de impresiones que debía hablar con él sobre la iglesia. Encontré esto extraño porque habría supuesto que él ya era miembro de la iglesia. Comencé a buscar conversación tratando de encontrar una entrada para traer el asunto. 
Le pregunté cuál había sido exactamente el daño en su rodilla. Dijo que su menisco del ligamento cruzado anterior y ligamento colateral medial estaban desgarrados y tuvieron que reconstruir su rodilla por completo. Mi corazón instantáneamente se congeló por él. Le pregunté de dónde era y dijo que de California. Le pregunté si podía ir a trabajar y dijo que sí porque de todos modos trabajaba desde casa.

Le pregunté si podía salir o si tenía que quedarse en casa. Dijo que realmente no tenía mucha vida social aquí porque se habia mudado justo antes de Covid, por lo que prácticamente se había quedado en su casa a leer.
Finalmente dije, ¿Vas a la iglesia? Dijo que su iglesia estaba bastante lejos y que él no había estado asistiendo. Además de eso, Covid había restringido su habilidad para llevar a cabo los servicios. Esta fué la primera vez que supe con certeza que él no era miembro de la iglesia. Le pregunté qué le gustaba más de su iglesia y dijo que simplemente reunirse con la gente. Le pregunté sobre lo que enseñaban y dijo que era algo básico sobre la Biblia.

Me preguntó si era Mormón y le dije que sí. Me preguntó ”¿Cuál es la diferencia entre lo que nosotros creemos y lo que usted cree?”. Le dije que no había mucha diferencia en lo que creíamos, solo que creíamos algunas cosas adicionales. Le dije que más o menos eran las cosas en las que el creía, que creíamos en Cristo y que todos deben ser salvos por su gracia. Que creemos que debemos ser reflejos de la vida de Cristo en nuestras propias vidas si queremos afirmar que somos sus seguidores.
Algunas de las cosas adicionales en las cuales creemos son que Jesucristo estaba hablando en serio cuando dijo que tenía otras ovejas que no eran de ese redil y que su padre le había mandado que fuera a visitarlas para que pudieran escuchar su voz y ser contados entre sus ovejas.

Le dije que creíamos que después de la resurrección Jesucristo se apareció a la gente de América y que creíamos que él bendijo a los niños y amaba a la gente y les enseñó el Evangelio. También creemos que organizó su iglesia. Dije que de ahí nacieron las leyendas de los pueblos indígenas. Todos ellos creen en un gran Dios de barba blanca que descendió del cielo, los bendijo, les enseñó, los amó y les dijo que algún día regresaría. En estas leyendas se le conoce con varios nombres como culculcan o Quetzalcoatl, dependiendo de la tradición nativa que lea. Pero la historia es la misma.
Le pregunté si alguna vez había oído hablar de estas cosas y dijo que sí, que siempre las había encontrado interesantes y le hacían pensar lo mismo, pero se había preguntado cómo era posible. Le pregunte: ”Si hubiera un relato de esta visita, ¿le gustaría leerlo?”.
Dijo ”Absolutamente, ¿quién no querría leer eso?”. Le dije que había un relato de la visita de Cristo a América y que era el libro de Mormón y que hablaba sobre la visita de Cristo a América y las promesas dadas a los pueblos de América y sus descendientes, que era un testimonio de Cristo y su amor por la gente de América y todos los pueblos del mundo.
Luego cambió de tema, y mencionó “He notado que no ha dicho negativo sobre mi religión. De hecho, dijo cosas positivas sobre mi religión. ¿Por qué no menosprecia mi religión, pero si yo voy a cualquier otra iglesia, ellos critican a los mormones sin parar. ¿Porqué sucede eso?”
Le dije, ”¿Por qué iba a maltratar a alguien que ama a Jesús o cualquier cosa que acerque a la gente a él y le enseñe su camino? Nuestra religión no es una refutación a esas religiones, sino un nuevo nivel de adoración que nos acerca a Cristo a través de convenios y ordenanzas”.
Le dije que cuando Cristo vino a América no degradó lo que la gente había hecho antes. De hecho estaba muy complacido con lo que habían hecho para acercarse a él y las ofrendas que habían hecho en sus vidas, incluido el bautismo, pero organizó su iglesia e instituyó su bautismo para darles algo más, algo más alto, algo que los acercara a él. Eso es lo que debería ser la iglesia de Jesucristo y eso es lo que intentamos ser.
Dije, “Amamos lo que has hecho para acercarte a Cristo en el pasado. Nos encanta que hayas tratado de obedecer sus mandamientos y ser su seguidor lo mejor que puedas y ahora te ofrecemos un nuevo nivel donde puedes acercarte a él.”
Dijo ”Me encanta eso”.

Le dije que el libro de Mormón era una prueba de que Dios ama a todos sus hijos, no solo a sus hijos en Jerusalén. Prueba que envió a su hijo para expiar por todos sus hijos, no solo por sus hijos en Jerusalén, y luego el libro de Mormón dice esto. Mientras Jesús estaba aquí dijo… (se lo parafraseé)
1 Y de cierto, de cierto os digo que tengo otras ovejas que no son de esta tierra, ni de la tierra de Jerusalén, ni en ninguna parte de aquella tierra alrededor de donde he estado para ministrar.2 Porque los de quienes hablo son los que aún no han oído mi voz; ni en ningún momento me he manifestado a ellos.3 Pero he recibido un mandamiento del Padre de que iré a ellos, y que oirán mi voz, y serán contados entre mis ovejas, para que haya un redil y un solo pastor; por eso voy a mostrarme a ellos.
Jesús ama a todos. El libro de Mormón prueba esto. Contiene la visión más inclusiva del ministerio de Cristo a todo su pueblo.
Le di mi testimonio del libro de Mormón y del profeta José Smith. Testifiqué de la divinidad de Cristo y cómo obra en nuestras vidas. Testifiqué que el poder del Espíritu Santo estaba allí en ese momento para confirmarle esto.
Dijo: “Siento en el alma que lo que me estás diciendo es verdad”. Dijo que había sentido el espíritu antes y que sabía que estaba en ese momento con nosotros.
Dijo ”esto es asombroso ¿hay alguna forma en la que puedo conseguir este libro?” Dije que podría dejar uno en su casa al dia siguiente. Le pregunté si estaría allí y dijo que sí, que no tenía otro lugar adonde ir y luego se rió.
A la mañana siguiente le llevé un libro de Mormón. No respondió a la puerta. Supongo que estaba dormido porque unas tres horas después me envió un mensaje de texto agradeciéndome por el libro, prometiendo leerlo y preguntándome si podía enviarme un mensaje de texto con preguntas mientras lo hacía. Dije que sí y por supuesto.
También le pregunté si le gustaría que lo conectara con los misioneros. Dijo que había algunos que vivían a la vuelta de la esquina y que los detendría y hablaría con ellos.
Me ha enviado un par de preguntas y las he respondido. Se ha puesto en contacto con los misioneros. Parece estar leyendo el libro de Mormón y tengo fe en que había una razón por la que Dios quería que le hablara sobre la iglesia ese día.